La vida de cada ser humano tiene tres ciclos: Nacer, crecer
y morir. Cuando nace la persona no se ha desarrollado, sólo sabemos dónde nació,
quizás haya nacido en una familia media europea o en una aldea pobre del Congo.
El lugar de nacimiento, sin lugar a dudas, determinará cómo será el
crecimiento.
El crecimiento no sólo es físico, sino también mental. Una
persona desde que nace hasta que muere está en continuo crecimiento. Aprende
cada día todo lo que necesita para su vida. Cada día en el mundo es una lección
que podemos aprobar o suspender.
Finalmente el ser humano llegará al último punto de su vida
la muerte. La muerte puede ser pasajera o duramente agonizante, nadie sabe si
habrá algo más allá o si ya hemos acabado como seres materiales y el alma es
tan sólo una invención de nuestra actividad mental.
El morir es la mayor tragedia que puede haber en nuestra
sociedad, aunque estemos rodeados por ella continuamente. Todos morimos por el
simple hecho de haber estado vivos. Da igual que hayamos sido la persona más
poderosa del mundo, tu día finalmente llegará.
Cuando alguien muere se le suele sacar todo lo bueno, aunque
no lo haya, sin caer en lo malo. Si era un timador se convierte en alguien
honrado, si era un putero se convierte en una persona cariñosa o si fue infiel se convierte en un padre de
familia.
En el mundo de la información es fácil saber rápidamente cuándo
ha fallecido un personaje conocido. Cuando éstos mueren los medios y los
personajes públicos hacen lo mismo que todos: Ensalzar al personaje caído,
fuese quien fuese.
Se pone en un altar cualquier personaje, sólo no se les ensalza
si fueron asesinos o dictadores. Pero si hiciste otras cosas nada buenas, no
pasa nada se te ensalzará. Así en política tenemos decenas de ejemplos de
personas que en vida fueron auténticos diablos, pero que en muerte se les
convirtió en santos.
Sí, pueden decir que Margaret Thatcher fue una gran
reformista. Y es verdad que fue una gran reformista, se cargó el sistema
sanitario británico privatizando muchos servicios. También produjo muchísimo
desempleo en sector minero con su ‘afán reformista’. No se dice que esa
privatización de hospitales supone ahora un aumento en la mortalidad de los
británicos debido al detrimento de la calidad de éstos.
Se ha vanagloriado la figura de Manuel Fraga hasta el límite:
Era uno de los grandes de la transición, gracias a él la democracia fue posible…
Ya que alguien ponga en un pedestal a un
hombre que fue ministro de Franco me produce risa. Si se adhirió a un sistema
democrático fue porque vio que no le quedaba ninguna otra salida. Renovarse o
morir, se podría decir.
Porque si alguien no me gustó en vida tampoco la tendré
cuando llegue a su muerte. Quizás le rinda cierto respeto, pero nunca culto.
Mentir para intentar dejar a esa persona en buen lugar cuando él no lo hizo, es
una hipocresía que se produce sin razón de ser. Cada uno sabe lo que hace y cuando
deje este mundo ya se hablará de él y cómo realmente era.
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