La contrarreforma del aborto arrebata a la mujer todo derecho sobre su cuerpo en caso de embarazo. No podrá abortar por su propia voluntad, ni siquiera si el feto tiene una discapacidad o minusvalía grave.
Sólo se podrá abortar si la mujer corre riesgo físico o psicológico, debiendo tener dos informes médicos de distintos facultativos que marquen el peligro, que pese a ser ajenos a la vida de esa mujer, tendrán la capacidad de decidir algo tan personal como si puede tener o no un niño.
El otro único motivo de interrupción del embarazo será por violación con un plazo de risa de doce semanas (Ahora en caso de interrupción voluntaria son 14 semanas), jugando con los sentimientos de la mujer e intentando que si tuviera un periodo de dudas, tuviese obligatoriamente al niño.
Sin duda, ésta es la guinda de un amargo pastel de las medidas machistas tomadas por el gobierno del Partido Popular, que no tiene más función que borrar del mapa la independencia y libertad de la mujer, imponiendo opiniones nacionalcatolicistas y criterios "morales" faltos de cualquier recomendación médica. No obstante, desde que la administración Rajoy llegase al poder, éste no ha sido el único ataque a la sociedad femenina.

No hay que olvidar cómo la ministra de Sanidad, la supuesta inepta exmujer del ex-alcalde de Pozuelo de Alarcón o más conocida como 'la del Jaguar', ha excluido de la reproducción asistida a mujeres que no lleven una relación con un hombre durante al menos un año, alegando que sólo se podrá recurrir a ésta por la sanidad pública si la mujer tiene algún tipo de trastorno reproductivo, o dicho de otra manera: Si no hay macho no es mi problema.
Dejan excluidas a las mujeres lesbianas y solteras por mera ideología. Consideran que una pareja de mujeres o una única mujer no es capaz de criar a un niño, pero además lo consideran como un mero capricho, como alguien que quiere tener una mascota, en vez de darse cuenta en sus estrechas cabezas que esas mujeres recurren a ello por una necesidad personal de formar una familia sin querer rechazar a amar a alguien de su mismo sexo o vivir independientemente sin necesidad de compartir una relación afectiva con un hombre. Atacan claramente al colectivo LGTBI, al feminismo y muestran el rechazo institucional a otros tipos de familias.
Los datos hablan por sí solos, los voraces recortes del estado han afectado de manera directa a la igualdad de sexos y a la violencia machista. Los presupuestos para políticas que impulsan la igualdad se han reducido a la mitad y se han reducido un 30% el dinero aportado para luchar contra la violencia de género.
Como resultado la brecha salarial en España sigue creciendo, llegando a haber este año 5.744€ menos en los salarios de las mujeres que en los de los hombres, infravalorando cada vez más el trabajo de la mujer.
Este gobierno con su imposición de ideas antagónicas y recortes sectarios a merced del capital deja a la mujer indefensa ante todo tipo de situaciones. Sus medidas pretenden acallar a la mujer y expoliarla de su libertad, llegando a intentar someterlas al hombre y restringiéndolas de todo aquello que permitan que se desarrollen tanto en el ámbito personal como laboral.
Sólo se podrá abortar si la mujer corre riesgo físico o psicológico, debiendo tener dos informes médicos de distintos facultativos que marquen el peligro, que pese a ser ajenos a la vida de esa mujer, tendrán la capacidad de decidir algo tan personal como si puede tener o no un niño.
El otro único motivo de interrupción del embarazo será por violación con un plazo de risa de doce semanas (Ahora en caso de interrupción voluntaria son 14 semanas), jugando con los sentimientos de la mujer e intentando que si tuviera un periodo de dudas, tuviese obligatoriamente al niño.
Sin duda, ésta es la guinda de un amargo pastel de las medidas machistas tomadas por el gobierno del Partido Popular, que no tiene más función que borrar del mapa la independencia y libertad de la mujer, imponiendo opiniones nacionalcatolicistas y criterios "morales" faltos de cualquier recomendación médica. No obstante, desde que la administración Rajoy llegase al poder, éste no ha sido el único ataque a la sociedad femenina.

No hay que olvidar cómo la ministra de Sanidad, la supuesta inepta exmujer del ex-alcalde de Pozuelo de Alarcón o más conocida como 'la del Jaguar', ha excluido de la reproducción asistida a mujeres que no lleven una relación con un hombre durante al menos un año, alegando que sólo se podrá recurrir a ésta por la sanidad pública si la mujer tiene algún tipo de trastorno reproductivo, o dicho de otra manera: Si no hay macho no es mi problema.
Dejan excluidas a las mujeres lesbianas y solteras por mera ideología. Consideran que una pareja de mujeres o una única mujer no es capaz de criar a un niño, pero además lo consideran como un mero capricho, como alguien que quiere tener una mascota, en vez de darse cuenta en sus estrechas cabezas que esas mujeres recurren a ello por una necesidad personal de formar una familia sin querer rechazar a amar a alguien de su mismo sexo o vivir independientemente sin necesidad de compartir una relación afectiva con un hombre. Atacan claramente al colectivo LGTBI, al feminismo y muestran el rechazo institucional a otros tipos de familias.
Los datos hablan por sí solos, los voraces recortes del estado han afectado de manera directa a la igualdad de sexos y a la violencia machista. Los presupuestos para políticas que impulsan la igualdad se han reducido a la mitad y se han reducido un 30% el dinero aportado para luchar contra la violencia de género.
Como resultado la brecha salarial en España sigue creciendo, llegando a haber este año 5.744€ menos en los salarios de las mujeres que en los de los hombres, infravalorando cada vez más el trabajo de la mujer.
Este gobierno con su imposición de ideas antagónicas y recortes sectarios a merced del capital deja a la mujer indefensa ante todo tipo de situaciones. Sus medidas pretenden acallar a la mujer y expoliarla de su libertad, llegando a intentar someterlas al hombre y restringiéndolas de todo aquello que permitan que se desarrollen tanto en el ámbito personal como laboral.